CORDOBA Y LA SEMILLA HUMANA.

Después de nuestro quinto congreso en Machupichu, regresaremos a la madre patria, al mismo lugar en el que la inquisición cercenó una cosecha de fraternidad y convievencia armónica. Semillas de la genuina humanidad allí aún esperan germinar a la cosecha cultural de una paz basada en la justa tolerancia , de una libertad fundada en la interdependencia de la unidad.

Qué bueno sería para todos aportar el espíritu de la síntesis - el de la unidad en la diversidad - para que, como antaño, artes, ciencias y religiones florezcan desde Córdoba hacia la primavera planetaria de la hermandad .

Qué bueno sería que pudiéramos arar en la tierra compartida de nuestros ancestros árabes, hipanos y amricanos, para rescatar la humanidad implícita en nuestro genoma cultural.

Qué bueno sería que entre todos a partir de Córdoba pudiéramos cultivar esa cultura de la salud total en la que podamos ejercer el más esencial de todos nuestros derechos: el de ser humanos.

Jorge Carvajal