DESDE EL ALMA

Wednesday, November 21, 2007

SER COMO UN RÍO QUE FLUYE

Mensaje enviado por Dr. César Andrade Q.
“Un río nunca pasa dos veces por el mismo lugar”, dice un filósofo. “La vida es como un río,” dice otro filósofo, y llegamos a la conclusión de que esta es la metáfora más aproximada al sentido de la vida. En consecuencia, será bueno recordarlo a lo largo de todo el año que viene:
Al recorrer el camino que va desde nuestro manantial (o nacimiento) a nuestro destino (muerte), los paisajes son siempre nuevos.
Debemos encarar todas estas novedades con alegría, y no con miedo, porque de nada sirve temer lo que no se puede evitar.
Un río no deja nunca de correr.
Cuando todo a nuestro alrededor se vuelve más fácil, las aguas se calman, nos volvemos más amplios, más largos, más generosos.
Es evidente que el agua es más fuerte que el granito, pero necesita tiempo.
De nada sirve dejarse dominar por obstáculos más fuertes, o intentar batirse contra ellos, pues gastaremos energía en vano.
Lo mejor es saber dónde se encuentra la salida, y seguir adelante.
Las depresiones necesitan de paciencia.
De repente el río entra en una especie de hoyo, y deja de correr con la alegría de antes.
En esos momentos, la única manera de salir es contar con la ayuda del tiempo.
En el momento preciso, la depresión se llena, y el agua puede seguir adelante.
En lugar del hoyo feo y sin vida, existe ahora un lago que los demás pueden contemplar con alegría.
Ser como el río que fluye Silencioso dentro de la noche.
No temer las tinieblas de la noche.
Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
Y si los cielos se cubren de nubes,
Como el río, las nubes son agua,
Reflejarlas también sin amargura
En las profundidades tranquilas.
PAULO COELHO Dr. César Quiroga Andrade
Publicada el lunes, 19 de noviembre de 2007
PARA BAJAR
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