LLEGADA DE REYES

Incienso mirra y oro de donde nace el sol, llega la luz de oriente con su tesoro, como un presente a la inocencia de un Dios naciente.

Incienso mirra y oro de donde nace el sol, llega la luz de oriente con su tesoro, como un presente a la inocencia de un Dios naciente. Oriente encuentra a Occidente y nace una estrella de paz. Los tres reyes adoran a su Rey, y la estrella del alma enciende en Belén, con fuego de amor, una ley de hermandad. Desde el corazón de la humanidad la sed del amor crece y agua de vida su sed calma cuando el ser desciende de la cima de la montaña. Ramas del mismo tronco, sangre y savia de la misma circulación, la humanidad asciende al quinto reino, reino del alma, cuando un fuego consumidor, el Dios del Amor, se enciende en su corazón. ¿Porqué, si en el sendero de oriente medio Oriente y Occidente se unieron en el nacimiento de un Dios a su naturaleza humana, Dos mil años después en Jerusalén libramos esta batalla? Si todos somos hermanos del alma, por ser hijos del mismo Dios, ¿Qué nos lleva a combatir por territorios y templos afuera, Si el templo es la misma tierra, y el altar sagrado, donde se oficia el ritual de la vida, es el del corazón?

Jorge Carvajal Posada

Publicada el viernes, 05 de enero de 2007