MINICARAVANA DE LA INFANCIA

Casa Nacional del Niño Mini Caravana a la Casa Nacional de la InfanciaCuando las palabras son solo un reflejo de la experiencia directa del mundo y las cosas, nos apoyamos en ellas y muchos continuamos dialogando y reflexionando acerca de la maravillosa experiencia vivenciada este sábado 24 de marzo en la Casa Nacional de la Infancia.Es en la acción donde adquiere sentido la propuesta de síntesis. El control de ver no con los ojos, sino a través de ellos. El compromiso de estar presentes vinculándonos activamente en el servicio. Y el desafió de expresar el salto a una octava superior, desde la palabra que resuena desde el brote del corazón.Un viaje tan profundo que nos lleva de la energía ancestral alojada en los riñones, a la célula, y de ahí al núcleo, y del núcleo al cromosoma y del cromosoma a los enlaces que le dan fluidez a la conexión (G-C), y dirección a la percepción (T-A), pero en este viaje divino no nos quedamos en la disección y avanzamos en la red relacional, pasando a otra dimensión... donde los primeros maestros, nuestros padres. Para que se materialice esto, debemos tener una tierra que nos de el sustento y soporte, y un cielo que de el aliento para experimentar la existencia. Si el pulmón alimenta al riñón (el metal nutre al agua), es necesario el aporte de vitalidad del “maestro de las energías”, para que el agua fluya y se abran las vías de los líquidos superiores. Y a su vez es el tierra (bazo) la que le entrega la energía a pulmón para desarrollar sus labores. O sea, estamos todos conectados en CORRESPONDENCIAS E INTERRELACIONES. Al ir a la raíz de las lecciones que encarnan seres tan reales como estos niños, vemos como nuestra civilización se debe detener en la pausa de la meditación unos instantes, para comprender que esto no es ficción. Todos somos responsables en alguna medida, sin enjuiciamientos en nuestro aporte desde los propios abandonos (como el que sufren algunos niños), y las acciones, emociones y pensamientos que tenemos cada uno dentro de esta célula llamada humanidad. Las profecías ya se cumplieron, somos nosotros los que le damos el colorido desde el presente, y hacia delante. Llegara el día en que las consultas estén en el contexto del bosque literalmente. Donde el viento hace danzar nuestros cabellos y el sol acaricie nuestra piel con sus rayos dorados que nutren nuestro sistema nervioso. No puede haber masa critica sin actuar local. Hay que subirse a la ola del sentir y elevar la vista en el océano estrellado de la vida...Atravesar la barrera diafragmática es algo bastante doloroso, pero es mas dulce con una sonrisa que se eleva desde el alma. Es un tiempo muy especial el que nos toca vivir, un tiempo para estar alerta. Muchas veces veremos al anciano portador de sabiduría, escondido en un niño. Es por eso que se agradece el desafió de estos maestros, los que nos mandan a estudiar y meditar, para poder servir desde la utilidad en donde la recompensa, el aprendizaje y el crecimiento es mucho mas que nuestra humilde labor. Wernher Hochfaerber Briones.