11Noviembre Santiago de Chile HOSPITAL SAN JOSE

Los hilos de la caravana

Se acerca la partida y los hilos de la caravana se enrollan en el interior del corazón,
se vuelven pulsos que en el día a día, se rendirán al silencio de la cotidianidad…
¡bendita sea esta cotidianidad que disuelve lo sentido, los sentidos en una realidad interior!
Bendita caravana, bendito su comienzo, bendito cada paso, ¡pero siquiera llego a su fin! es la única forma como puede empezar desde dentro, adentro.
Y los caminos de afuera, nos recorrerán adentro, haciéndonos reales, revelando lo que verdaderamente fue cierto, cuando esos hilos se conviertan en cauces, en ríos de hermandad; en la gris rutina, florecerán recuerdos que tendrán sentido solo si son vivos en presente, de corazón presentes, en cada momento, en cada cual.
A este Chile amado, a su cielo a veces gris, a veces de un inocente y atrevido azul, a los cerros, al fuego interior de esta tierra austral, a los lagos, a los caminos y a los bosques que nos entregaron sus caminos; a los niños, a las mujeres, a los hombres, a las madres, a los hijos, que nos entregaron el corazón y en él sus dolores, su destierro, su orfandad; a los amigos que tejieron una red de hermana solidaridad, gracias.
La caravana no empieza ahora, no termina ahora; la caravana surge del fuego patagónico, que enciende y llama (ya-ama) en el corazón de América, a toda la humanidad.

Luz Angela Carvajal P – Colombia

Publicada el viernes, 13 de octubre de 2006