CEREMONIA CHAMÁNICA
14/11/2006
Llamamos a la Tierra, por su infinita benevolencia, cariño y sustento, Madre. Pero como hijos, ¿que “devolvemos” de esta maravillosa entrega? ¿No tendrá hambre y sed en algún momento la PachaMamaEl concepto central de la religiosidad andina, es el de la deuda sacrificial. Para el hombre andino, todo es inmanente, todo esta “acá”, desde la naturaleza, la sociedad, y las deidades. Esta suerte de politeísmo, tiene una enseñanza muy profunda… todo cuanto existe, es sagrado!!! Desde ahí nos vinculamos con el todo, desde nuestras “relaciones”. Los indígenas de todas las sociedades humanas, nos enseñan a “dialogar” con lo que llamamos creación. Y si bien todos necesitamos alimentarnos y nutrirnos de diversos elementos para poder existir… ¿nuestros antepasados, el mundo que habitamos y el mundo de arriba, no necesitaran nada para su existencia? Aquí aparece un elemento maravilloso y parte de nuestro propio proceso terapéutico,
Llamamos a la Tierra, por su infinita benevolencia, cariño y sustento, Madre. Pero como hijos, ¿que “devolvemos” de esta maravillosa entrega? ¿No tendrá hambre y sed en algún momento la PachaMama? Por eso preparamos ofrendas y sacrificios, los que llamamos “mesas”. Una cena con los lugares sagrados, ¿y para que?, para relacionarnos, para agradecer. Conjuramos fuerzas y pagamos nuestras deudas. Tantas veces pedimos, y muy pocas agradecemos. Si el diagnostico que te han dado es muy doloroso, agradece. Realiza un sacrificio, una ofrenda y pide con sinceridad para que sea acogida tu oración. Al sanar tu alma y sus relaciones, se manifestara el milagro que has pedido.
También, no necesitamos estar enfermos para solicitar una ceremonia ritual a algún curandero entrenado, y con el peso de su cosmovisión. Curación es querer agradecer. Curación es siempre Interacción. Curación es llevar el texto, a un contexto mayor. Debemos recordar que hay algo dentro de nosotros que es inmortal, la única certeza que tenemos es que en cualquier momento debemos partir. No te aferres a nada, ni siquiera a la salud, ni
Wernher Hochfaerber.
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