DESDE EL ALMA

Tuesday, August 28, 2007

- DR. JORGE CARVAJAL

EL MANEJO DE LA INFORMACIÓN EN SINTERGÉTICA
Por una información ética y responsable en Sintergética
Muchas cosas tenemos para decir y aún no las decimos por un asunto de responsabilidad.
Publicarlas en el momento oportuno, de la manera óptima, respetando fuentes, procesos, ritmos, y posibles practicantes y lectores es un principio ético para nosotros.
Muchas técnicas y procedimientos en Sintergètica maduraron por más de veinte años antes de ver la luz pública.
Otras están siendo cuidadosamente incubadas y maduradas para que un día vean maduras la luz y sirvan a todos.
La información no es un asunto cuantitativo, pues no se trata sólo lo que decimos o escribimos, es su contenido, su cualidad, su significado vivo.
La gente tiene derecho al fruto maduro de la humanidad: la ciencia, el arte, la filosofía, las técnicas médicas comprobadas.
Pero nadie osaría arrancar esa cosecha en flor.
Y nadie publicaría - qué horror- el primer borrador de un capítulo de un libro, ni a nombre del autor, ni mucho menos sin nombre, negando su autoría.
Un buen agricultor no desenterraría sus semillas, y no pretendería que ellas fueran su cosecha.
Es sorprendente constatar que haya quien pretenda desenterrar, no ya las suyas sino las semillas de otros y, a nombre del sagrado derecho a la información, presentarlas sin nombre, como si fuera una cosecha anónima, - lo cual implícitamente significa que es presentada como una cosecha propia-.
Esa ni es propia, ni es cosecha.
Tampoco esa supuesta información puede informar, porque confunde. Se filtran conceptos incorrectos, se lanza al aire para que le caiga al que le caiga, pero en su caída puede llevar a la vana ilusión de creer que es posible lanzarse al agua sin riesgo después de aprender a nadar por correspondencia.
La espiritualidad tiene que ver con los portales del alma, el primero de los cuales es responsabilidad.
Y esto no podría ser espiritual porque simplemente no es responsable.
En el campo de la Sintergética hemos desarrollado un modelo abierto de flujos de información que se puede copiar, grabar, multiplicar, pues sostenemos el principio de que la información es un derecho esencial de la humanidad.
De la humanidad, si, no de quien se abrogue el derecho a apropiarse de la información y, desconociendo el principio universalmente aceptado de mencionar la fuente, publique por Internet paquetes de información que apenas están en proceso de elaboración.
Ese derecho a informarse no puede desconocer ni la oportunidad, ni la claridad, ni la responsabilidad en el suministro de la información.
La información es de todos.
Pero no una información que niegue o anule maliciosamente sus fuentes, no una información de textos en proceso de construcción que se lancen irresponsablemente al aire.
No una información descontextualizada que puede generar más confusión que claridad y más especulación y ejercicio irresponsable del arte sagrado de sanar que servicio incondicional.
Hemos desarrollado como material de referencia y apoyo, diapositivas que por si solas no pueden formar, ni informar.
Están diseñadas para explicar lo que no se puede aprender sino a través de una práctica que nos implique y que se procura llevar en los seminarios.
Sabemos que la vida es un proceso de aprendizaje y que enseñar, mucho más que explicar, es implicar.
Y sin la vivencia, sin la experiencia, sin la práctica, la información sólo podrá favorecer un ejercicio clínico descontextualizado, desprovisto de su cualidad y de su verdadero significado.
No podemos, a nombre del derecho esencial a la información, confundir, desordenar y en última instancia deformar lo que ha sido el espíritu de la síntesis que anima a la Sintergética.
Reducirlo a unos cuantos textos sin el adecuado contexto, publicar sin ningún recato moral o humano toneladas de diapositivas sin tener en cuenta sus explicaciones, fuentes e implicaciones, extraer sin contar con su autor información de libros que apenas están en proceso de maduración, todo eso es negar precisamente el acceso responsable a ese patrimonio humano de la información.
La luz del sol es de todos, pero para todos es obvio que viene del sol.
Las enseñanzas de Jesús son de todos, “copy free”, pero reconocemos todos con amor su preciosa fuente.
Lao-Tse escribió para la humanidad pero todos honramos a ese hombre con su nombre porque con sus escritos honró nuestra propia humanidad. Los libros de Gabriel García Márquez como los de Cervantes son patrimonio de la humanidad, pero nadie osaría en el mundo de hoy publicar sus escritos sin nombre, porque sería señalado no por sus autores sino precisamente por esa humanidad con ese sentido humano de honrar, agradecer y reconocer aquello que la hace humana.
No podemos, a nombre de la espiritualidad, pisotear la ética, la humanidad, o aún la simple y llana legalidad porque en el campo humano de la ciencia y del arte seguimos honrando a Hipócrates, a Avicena, a Miguel Ángel y nadie hasta ahora había pensado que es falta de espiritualidad o incoherencia colocar su nombre en las reproducciones de sus obras que son de todos y para todos.
Que a nuestra ética sea la de compartir, agradecer, madurar para servir de veras.
Que el aire fresco de las caravanas de sanación, que va ascendiendo por los Andes, sea la atmósfera de nuestras relaciones.
Que la unidad vaya de la mano de la individualidad para que podamos ser al fin humanidad.
Que nuestra información se aclare, se ordene y se enriquezca responsablemente para que sea tan de todos como nuestra.
Que el bosque nos deje ver los árboles para que a nombre de la humanidad no terminemos siendo ingratos, injustos e innobles con nuestros propios hermanos.
Porque es la información- y no el ruido- uno de los derechos sagrados del ser humano.
Publicada el martes, 28 de agosto de 2007

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