DESDE EL ALMA

Sunday, September 09, 2007

EL AUTOCONOCIMIENTO PERMITE UNA VIDA EN ESPLENDOR


09/09/2007

El instructor espiritual Parvathi Kumar aconseja avanzar en el conocimiento interno para alcanzar el equilibrio y experimentar el esplendor y plenitud de la vida, incluida la salud del cuerpo y de las emociones, así como el reconocimiento de que Dios vive en nosotros, en nuestra misma forma –porque fuimos hechos “a su imagen y semejanza” como dicen los textos sagrados-.


Bajo los títulos La ciencia del hombre, y La educación en el siglo XXI, Kumar ofreció sendas conferencias en el Colegio de los Agustinos de Madrid, los pasados días 4 y 5 de septiembre, en las que mencionó los beneficios de la práctica del yoga, que desvinculó de toda religión, y que nos ayuda a realizarnos en plenitud, porque nos muestra el camino hacia la naturaleza y hacia Dios, al imprimirnos tanto vitalidad física como control de emociones y pensamientos.
Al referirse a la ciencia del hombre, Kumar destacó la importancia de: encauzar la energía vital hacia aspiraciones nobles –regulando el uso del sexo en los primeros años-; alinear y armonizar pensamiento, palabra y obra; ser independiente, no robar energía a nadie, y mantener pura la energía mental, mediante limpieza interna y externa.
Este sintetizador de la espiritualidad de Oriente y de Occidente y presidente de la World Teacher Trust (WTT), que alertó contra el desequilibrio de conocer lo externo e ignorar lo interno, recordó la expresión “Conócete a ti mismo” del Oráculo de Delfos, y aludió al “microcosmos” que es cada ser humano, al que atribuyó un potencial ilimitado.
Invitó por eso a dar plenitud a las aspiraciones de nuestra vida, mediante la construcción de una firme voluntad, la adquisición del conocimiento necesario, y el desarrollo de acciones inteligentes, una “trinidad” para cuya consecución necesitamos el cuerpo, al que se refirió como un “dragón” que debemos tener sano, bajo control y aliado con nuestro propósito vital.


Este vehículo en el viaje de la vida que es el cuerpo, tiene una naturaleza quíntuple, como indican los cinco sentidos entre otros componentes, y su conocimiento permite desenvolvernos de forma óptima en el “triángulo” voluntad-conocimiento-acción y alcanzar la iluminación.
El hombre, que está mucho más allá de ese “triángulo” y que entra en él para experimentar con la vida a través del “pentágono” del cuerpo, al nacer tiene muchas aspiraciones y dejarlas insatisfechas obliga a reencarnarse, según explicó.
En una elocuente disertación sobre numerología, Kumar atribuyó al alma el número 9 (1+3+5), que resulta de ir más allá –avanzar un paso (1)- en la suma del triángulo (3) y el pentágono (5). En virtud de esta concepción, el 8 es el hombre en su naturaleza puramente física, mientras el 10 es Dios. Sumando el número del alma al del hombre y reduciendo a una cifra, el resultado es el hombre (9+8=17; 1+7=8), mientras que haciendo lo propio entre el alma y Dios, el resultado es Dios (9+10=19; 1+9=10). El alma resulta así ser un “número neutro” capaz de integrarse en ambas dimensiones.



EDUCAR ES BUSCAR UN TESORO ESCONDIDO


En coherencia con todo ello, en la conferencia sobre educación, destacó la necesidad de encontrar el valioso tesoro que tenemos en el interior, oculto tras capas y cáscaras de protecciones que ya no necesitamos y cuya limpieza nos garantiza vivir como seres humanos completos, más allá de acumular conocimientos.
Kumar defendió así que la educación ha de constituir un avance hacia el Ser Divino que en esencia somos, y recordó que la naturaleza nos muestra infinidad de ejemplos que indican que lo valioso está protegido y escondido.
Para llegar a eliminar todo lo que impide que reconozcamos nuestra mejor capacidad, Kumar propone adquirir disciplina en el sueño, en la alimentación y en la palabra, -lo que permite avanzar desde nuestra naturaleza animal a la humana y de ahí a la divina- y supeditar en todo caso la adquisición de conocimientos a la utilidad hacia los demás, a la potencial contribución a
la sociedad.
Destacó
en ese sentido la importancia primordial de la práctica del silencio, así como de hablar sólo lo necesario para no derrochar energía; de dormir entre seis y ocho horas y levantarnos antes del alba para recibir la energía de alta calidad que emana a la salida del sol, y de comer alimentos sobrios y nutrientes para que el cuerpo colabore con nuestro propósito.
A través del proceso que se abre con esa disciplina se puede ver la calidad genuina del alma de cada cual, y conocer su mejor vocación.
El verdadero desarrollo, según explicó, se mide por la calidad de nuestras obras, palabras y pensamientos. De la educación, precisó, nace la inspiración que convierte al hombre en pensador creativo, y que lleva a la contemplación. Al respecto, resaltó la importancia de cuidar la claridad de pensamiento, y que no se vea enturbiado por el pensamiento multitudinario, para lo que recomendó vivir en contacto con la naturaleza.


A preguntas de los asistentes, Kumar señaló que los niños maltratados pueden recuperarse con dosis extra de amor y de atención, incluido en ocasiones durante el sueño, para que reciban permanente sensación de seguridad, y dándoles la información clara de que tienen delante una vida valiosa.
Sobre los conflictos con hijos adolescentes, insistió una y otra vez en buscar su comunicación, comprensiva y amorosamente, para conocer sus verdaderas y nobles inclinaciones y poderlas apoyar, aunque no se esté de acuerdo en concreto con sus preferencias.
Lola Bastos
www.fundacionananta.org

Lola Bastos

http://www.davida-red.org/ciberespacioview.aspx?key=632

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