DESDE EL ALMA

Saturday, September 08, 2007

La senda del guerrero espiritual


La Escuela Tántrica Sivaíta respeta todo tipo de ideas, pues pensamos que todo ser humano tiene derecho a tener sus propias creencias y defenderlas.
Para nosotros sólo un ser humano evolucionado es capaz de respetar las creencias de los demás. Por ello, la Escuela Tántrica Sivaíta jamás apoyará ningúna opinión, principio, doctrina, política, religión, etc. que se defienda a través de la violencia física, psicológica, dogmática, intolerante, fundamentalista o racista.
Todo ser humano tiene derecho a creer y caminar por cualesquiera de los senderos presentes y pasados que estén fuertemente fundamentados sobre el concepto de ahimsa.
Ratificamos la Libertad de consciencia descrita en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Consideramos, además, que no es digno de Dios aquel que no respete a sus semejantes, y, por tanto, que no se respete a sí mismo. No es digno de Dios aquel que no ame a su prójimo como a sí mismo.
Así pues, no tomes el nombre de Dios en vano.
Toda espiritualidad empieza con ahimsa y como dice un proberbio chino:
"antes de salir a salvar el mundo dale tres vueltas a tu casa.".
Por tanto, nuestro Dharma, nuestra Ley, se compone de cinco restricciones y cinco observancias, estas son:Yama, restricciones.
Ahimsa. No violencia.

No violencia hacia personas, animales, naturaleza o atmósfera, ni tan siquiera acoso moral ni manipulaciones de personas ni sus sentimientos, tan de moda en la actualidad.
Ahimsa debe imperar cuado se dan situaciones de pérdidas, por ejemplo, la separación de una pareja.
El apego a ahimsa nos lleva a la calma, la paz, el sosiego,...
Herramientas de ahimsa son: indiferencia, desapego, ecuanimidad, silencio interior y desobediencia civil ante todo atentado violento que realiza nuestro ego contra nosotros mismos, así como los atentados violentos que otros egos realizan contra los derechos humanos.
Satya. Verdad.

Verdad entendida de manera absoluta, sin autoengaños, ni mentiras, ni manipulaciones, ni demagogias.
A veces no se miente pero tampoco se dice la verdad pues eso salvaguarda nuestro orgullo.
Un yogui no tiene orgullo; si lo tiene y no se esfuerza por trascenderlo no es un yogui, por muchas asanas que realice.
La Verdad llevada hasta sus últimas consecuencias sólo es un camino para fuertes.
Aprender a no juzgar y menos aún prejuzar; a no aceptar ni rechazar, y más aún cuando no se disponen de argumentos correctos para afirmar o negar; aprender a respetar las opiniones y no dejarse enbaucar por el miedo, es el primer paso para la paz mental.
Asteya. No robar.

No robar objetos, ideas, créditos o méritos que no sean tuyos.
No plagiar, ni apropiarse de un conocimiento para el cual aún no estamos preparados y Siva aún no nos ha dado permiso para estudiarlo.
La avaricia de conocimiento es, por tanto, una violación de esta enmienda.
La humildad debe de imperar.
Los narcisistas suelen robar la energía entre ellos, sobretodo cuando hacen el amor.
Charya. No desperdiciar la energia.

La no disipación de la energía sexual y la energía en general.
Un yogui no va nunca de cama en cama ni de flor en flor.
No se puede permitir el lujo de perder la más mínima gota de energía, sólo hace el amor cuando está enamorado pues el sexo no es una liberación del estrés ni un juego o divertimento infantil, sino algo sagrado.
Además, el exceso de pensamientos o sentimientos hace que perdamos muchísima energía.
Por tanto, no gastes energía rechazando aquello que no te gusta sino concentra todas tus energías obteniendo lo que deseas, y sobretodo, reconociendo tu verdadera naturaleza libre de todo ego, apego e ignorancia.
Aparigraha. No poseer.

La no posesividad de objetos, máquinas, comodidades, personas, emociones o ideas.
El dinero no es malo, lo que es malo es la avaricia, desear cada día más y trabajar en cosas que nos desagradan con la excusa de que el dinero es necesario, pues eso nos trae desasosiego e intranquilidad.
Las personas no son objetos de nuestra propiedad a las cuales retener en contra de su voluntad. Lo más grave de la posesividad es que nuestro ego nos haga apoderarnos de determinadas ideas que nos lleven a sufrir, por ejemplo, el miedo a la muerte, a cualquier situación de pérdida, megalomanía, vanidad u orgullo.
Violar Aparigraha implica violar al mismo tiempo el resto del Dharma.
Recuerda siempre que la libertad de uno finaliza donde empieza la del otro, es un derecho fundamental si te consideras humano.
Respeta la libertad de conciencia del resto de humanos, animales, plantas y atmósfera, gracias a ella podemos respirar ¡no lo olvides!.
Niyama, observancias.
Sauchan. Pureza.

La pureza buscada en la calidad de los alimentos, ropas, aseo personal y sobretodo compañías. Sólo deberíamos rodearnos de gente que contribuya a nuestra evolución.
Para ayudar a los necesitados no debemos permanecer siempre con ellos pues nuestra energía se consumiría, nos debilitaríamos y nos impedirían hacer nuestra vida.
Si eso ocurre, ¿cómo podriamos ayudar al necesitado?
Por otro lado, deberíamos alejarnos de la gente dañina, superficial, lujuriosa, envidiosa, violentos, ladrones de energía, etc.
El aspecto más importante de Sauchan implica pureza de pensamientos y emociones. ¡No violes charya pensando o sintiendo cosas negativas!
Santosha. Alegría.

El contentamiento, darse cuenta de que la vida es perfecta y que todo lo que sucede a nuestro alrededor está organizado divinamente para que aprendamos y evolucionemos, por duro que esto resulte, por difícil que resulte nuestra vida.
Dos son los tipos de problemas que existen, los que pueden resolverse y los que no.
En ambos casos no existe el problema.
Nada hay de que preocuparse, ¡ocúpate y sonrie!
Sentimientos derrotistas, pesimistas, negativos, etc. van en contra de este principio.
Así como también, la constante huida del sufrimiento, del dolor y de la negatividad aparentando alegria.
Lo cual es, como sabemos, patológico. Tapas.
Esfuerzo.
El esfuerzo por mejorar día a día nuestra disciplina, nuestra fuerza de voluntad, sin ella nada puede suceder.
Quien siembra, cosecha. Resuelve los errores que cometes regularmente.
El Ser humano es tan soberbio que es el único animal que tropieza en la misma piedra más de 20 veces seguidas.
El Karma está ahí para recordartelo, ¡escucha, aprende, supérate, sálvate de ti mismo!
Svadhiyaya.

Obediencia.La obediencia por nuestro Maestro nos llevará directamente al sendero de la humildad.
Así como, el estudio de las escrituras sagradas, el autoestudio personal y el respeto, libre de todo ego, idolatría y dependencia, provocarán cambios en nuestro interior, y surgirá el milagro del reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza, la vuelta a casa.
Dificilísimo es este principio pues el ignorante confunde obediencia por sumisión, respeto por idolatría, devoción por dependencia.
Hay que coger primero un diccionario.
Ishvara pranidhana. Entrega a Dios.La más absoluta entrega y rendición a Siva, y por tanto, a nosotros mismos sin miedo a nada; nuestro absoluto apoyo en Dios, en Siva, en el Ser (nosotros le llamamos Siva pero puedes llamarlo como desees), cediéndole por completo el fruto de nuestras acciones y deseos, para así, por fín, reconocer a Siva en nuestro interior, libres de todo ego.

Esta es la mayor prueba de Amor que un ser humano puede realizar.
Un verdarero yogui se esforzará día a día para que su Dharma sea más perfecto, más puro y más sagrado, la perfección del Dharma conduce a Bhagavatan Siva.

El Dharma será perfecto cuando sea natural, cuando el Tántrico realice un esfuerzo sin esfuerzo llevándolo a sus acciones, y sobretodo, actitudes diarias, cuando desaparezcan absolutamente las envidias, orgullos, resistencias, represiones, rechazos, ascos y, sobretodo, los conceptos de dogma, norma, prohibición y Ley.


Y, por supuesto, recuerda que fué el Maestro Patañjali quien en el año 500 a.C. dió a conocer este Dharma, y eso es una absoluta garantía de su validez, no es un producto de la 'nueva era', tiene más de 2000 años de estudio, práctica, experimentación y rectificación.
Observa tus pensamientos,se convertirán en tus palabras.

Observa tus palabras,se convertirán en tus acciones.
Observa tus acciones,se convertirán en tus hábitos.
Observa tus hábitos,se convertirán en tu carácter.
Observa tu carácter,se convertirá en tu destino.
Mohandas Karamchand Gandhi

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