DESDE EL ALMA

Saturday, June 07, 2008

La salud, algo natural e imprescindible

A veces no valoramos algo tan esencial para nuestra existencia en este plano terrenal-material, como es la salud.
¿Qué es la salud? Sin buscar la terminología académica, la salud es aquello que tenemos cuando no sentimos nada mal en nuestro cuerpo y mente.
Cuando funciona cualquier órgano de nuestro cuerpo no nos está avisando que está funcionando, simplemente lo hace.
Solamente cuando algo no está bien, empiezan los avisos.
Tenemos incorporado en nuestro cuerpo físico un sinfín de sistemas para informarnos que algo no anda como debe, así tomamos los recaudos necesarios para atender las señales y entonces, procuramos corregir el “desperfecto”, algo que hacemos por nosotros mismos o acudimos en busca de ayuda.
Lo mismo sucede con aquellas “dolencias” emocionales o mentales, que muchas veces se reflejan en nuestros pensamientos, acciones o sentimientos.
En este caso, es cuando más nos acordamos que hay algo más allá, un poder superior, una energía divina, o simplemente, nos acordamos de Dios.
¿Cuántas veces nos acordamos de Dios, cuando todo nos va bien?
Hay algo extraño y manifiesto en nuestra vida, que es lo siguiente:
Cada vez que sufrimos por algo, que algo no esta bien, que algo no sucede como quisiéramos, entonces, nos acordamos de Dios.
Esto hace que reflexionemos en este tema en particular, la salud.
Sin salud, no podemos enfrentar el aprendizaje de vida en este plano terrenal.
No podemos concentrar nuestra energía en realizar tareas, trabajar, atender nuestra casa, nuestra familia y afectos, es decir, todo aquello necesario para seguir transitando en este plano terrenal.
Entonces, nos preguntamos: ¿por qué no tenemos siempre salud?
Dios no permitiría que estemos enfermos y no pudiéramos cumplir nuestra misión en este plano.
Por consiguiente, la enfermedad nos sirve para “crecer”, para evolucionar, para trascender, para tomar conciencia que somos algo más que un cuerpo físico y mental, es decir, somos esencialmente espirituales.
Entonces, ¿qué debemos hacer con la falta de salud?
Buscar las respuestas para solucionar el problema, acudiendo en busca del profesional correspondiente, apoyar nuestra fe en Dios, en la verdad de la salud, pensando positivamente, polarizando nuestros pensamientos y llevarlos a la salud, a lo bueno, sabio y real.
Si alguna vez se ha sentido dolorido y ha tenido que permanecer en la cama varios días, es muy posible que sintiera un gran desgano por la vida, una sensación muy fuerte que pareciera indicar el fin de todo.
Luego, se mejora, sale de todo eso, se levanta y vuelve a su diario vivir.
No piensa siquiera que es un milagro, sino que ya está, se terminó el problema y se sigue adelante.
Parece increíble, pero unos días antes sentía un malestar que le hacia percibir todo con un sentimiento y pensamiento negativo contra el cual tenía que luchar.
¿Qué pasa cuando una persona cercana a usted tiene un problema de salud?
Si se trata de alguien muy querido por usted, realmente se le hace difícil saber qué hacer, siente impotencia, pena, tristeza, pesadumbre y a la larga, se siente muy impotente y comienza lentamente a sentirse mal.
Esto hace que no pueda ayudar a quien esta sintiéndose enfermo, entonces, se preguntará qué puede hacer.
También debe polarizar sus pensamientos, no dejarse vencer y buscar todo lo necesite para llevar su pensamiento a lo bueno, sabio y real, ya sea a través de la búsqueda de buenos recuerdos, de situaciones felices, leer algo que lleve sus pensamientos a algo positivo, lectura espiritual, decretos, oraciones, afirmaciones, meditaciones en luz, reflexiones, cantar, es decir, utilizar todo el arsenal de cosas buenas para sentirse mejor y para poder a través de esa energía positiva centrada en Dios transmitir indirectamente, solo con su apoyo y cercanía al ser querido todo esto. Nueva entrega del Círculo Metafísico Argentino

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