DESDE EL ALMA

Tuesday, January 30, 2007

MI EXPERIENCIA EN LA PRACTICA DE LA MEDICINA MANUAL ETERICA

Víctor Morera, Colombia
Todo instrumento terapéutico exterior nace de una creación interior,
cuando sabemos utilizar el instrumento interior este es muchísimo más potente que el instrumento exterior

Hace casi dos años empecé a practicar la medicina manual etérica. Al principio de una forma muy tímida, y muy unida a la praxis de la osteopatía craneosacral . Poco a poco, y animado por los resultados, hoy es la principal herramienta y ciencia que empleo. Esta siendo un aprendizaje y entrenamiento hacia unas de las visiones que más me motivaron en el estudio de la sintergética : todo instrumento terapéutico exterior nace de una creación interior, cuando sabemos utilizar el instrumento interior este es muchísimo más potente que el instrumento exterior; así los ojos son el láser con todas las frecuencias, las manos los Am Ram, los pensamientos e imágenes son filtros de sustancias de colores, y el corazón el gran imán que magnetiza, amplifica y cualifica todo acto terapéutico.

Se que está es la medicina que me cura, la que me sirve de vehículo para expresar mi sentir y visión. Es donde espontáneamente me es fácil el contacto con el alma.

En la medida que me lo he ido creyendo, los pacientes se encuentran cómodos y lo aceptan con bastante naturalidad. Siempre hay excepciones, pero la gran mayoría se duermen o relajan profundamente.

Por otra parte el conocimiento de códigos como los del láser, chacras, aurículo, meridianos, etc. me está ayudando a puntualizar y a poner en mis dedos las ordenes de qué emitir y qué sentir. De ahí que en la terapia manual etérica es muy importante el saber preguntar. Saber enfocarse en la información que quiero recibir. De tal forma que si me enfoco, por ejemplo, en percibir la cantidad de energía de una zona determinada será diferente que si lo que quiero es percibir la alineación de la columna vertebral. De ahí que al igual que las manos están constantemente activas, reciben y emiten información, la mente está aun más activa, enfocada, preguntando, atenta a imágenes, relacionando y puntualizando. Es un maravilloso entrenamiento entre lo intuitivo, instintivo y sensitivo y lo lógico y estructurado. Lo que hace de amalgama en esta medicina es el corazón, una comprensión silenciosa que se transforma a veces en un gesto espontáneo otras en una mirada, en un sentimiento humilde, escuchar …

Hay un hecho muy interesante que pasa con la medicina manual etérica que pone de una manera bastante fácil la lectura a diferentes niveles de un mismo hecho, ya que esta medicina te sumerge en un gran holograma que constituye la historia del paciente. El reto es tener una mente muy abierta , donde aceptemos las impresiones que nos llegan , por muy “locas” que estas parezcan. Esa gran cadena del Ser, tiene dibujados sus eslabones en el cuerpo etérico, y a veces siento, que sumerjo mis manos en un océano de muchas olas en la que en cierta manera las dibujo, juego, las hago crecer o las hago golpear contra una playa.

Por último siento que es una ciencia donde te muestra a ser un canal activo y receptivo del alma, del alma grupal, la de los maestros y de esa energía llamada amor-sabiduría. El cuerpo físico se convierte en espacio, el espació en flujos que pulsan, los pulsos en energía y la energía en movimiento “La vida es movimiento” decía Estill, el fundador de la Osteopatía . Y el movimiento es conciencia, así un pensamiento, una mirada, un gesto una imagen, una palabra coherentes en ese momento tienen una respuesta, que modifica o despeja las informaciones parásitas facilitando la expresión de todo el potencial o fuerza vital del sistema. Y ante esto la mayoría de veces me adentro en un conocer sin saber, en una certeza sin explicación o disertación, en un gesto espontáneo sin fisuras, que solo los pacientes te dicen en la siguiente consulta si lo que ha surgido tiene ciencia y alma o no.

Ahora sé que no importa mucho, si las manos hacen una presión fuerte sobre los tejidos del paciente, o simplemente se posan o se quedan a unos centímetros de la piel, lo importante, lo que realmente importa es saber, sentir que mis manos son amplificadores de mis pensamientos, y de mi corazón. Así puedo estar trabajando en el cuerpo etérico moviendo directamente una articulación o haciendo un mudra a medio metro de distancia. En este sentido y a modo de ejemplo , lo que ocurrió hace poco con un paciente con problemas lumbares. Le estaba comprobando la movilidad de las caderas, y comprobé que la cadera izquierda tenia restringida su movilidad en rotación interna. Mientras movía la cadera, cerré los ojos y empecé a visualizar colores. Imaginariamente puse la cadera en aceite de color rojo anaranjado, al abrir los ojos me quede sorprendido de la cantidad de movilidad que había ganado, el paciente transpiraba mucho…Le cogí de la mano y lloramos.

VÍctor Morera


1 Comments:

At 9:29 PM, Blogger Rosa said...

Excelente artículo, lo veo como una entrega al servicio de aquellos otros que tambien estamos en el camino, esta experiencia nos enriquece y nos damos cuenta que todos somos uno, lo que pasa allá también pasa aqui, con el compartir de las experiencias nos apoyamos mutuamente en este camino de la Sintergetica.
Muchas Gracias!!

 

Post a Comment

<< Home